El proceso de creación de una marca exige una combinación de conocimiento, investigación, perspicacia sensorial y diseño estratégico. El diseño de la identidad y de la marca es un arte fundamentado en la ciencia que pretende conectar a los clientes con la marca induciéndoles a obrar en la dirección deseada.
FASE 1: Conocimiento
Observar el mundo y escuchar sin juzgar las ideas de otros abre un mundo de posibilidades. Vivir y respirar las marcas en las que se trabaja nos da una visión más clara sobre lo que representa la marca.
En la fase de conocimiento de la marca, la prioridad principal es comprender a la organización: su misión, visión, valores, sus mercados, sus ventajas competitivas, sus fuerzas y sus debilidades.
FASE 2: Investigación
Una investigación de mercado revela las percepciones, creencias, sentimientos y motivos de los consumidores. Si se conduce con diligencia ofrece un punto de vista crítico sobre la empresa y su marca, los mercados en los que opera y las oportunidades que buscan. Sus conclusiones ofrecen nuevos datos de la marca y puede convertirse en un catalizador para el cambio.
Una investigación bien conducida puede abrir el camino de la innovación.
FASE 3: Perspicacia sensorial
Conocer los procesos y técnicas subyacentes que guían nuestras decisiones, conductas y creencias nos ayuda a crear estrategias visuales orientadas a influir sobre las conductas de las personas sin que estas sean conscientes de ello.
Las imágenes de marcas dominantes, como el iPod estimulan el mismo lado del cerebro que se activa con símbolos religiosos (Buylogy: Verdades y mentiras de por qué compramos)
FASE 4: Diseño estratégico
El diseño es un baile entre lo intuitivo y lo intencional. Los mejores diseños se mueven en la intersección entre la imaginación, la intuición, la excelencia en el diseño, la durabilidad, la utilidad y la belleza. El contenido, el color, la tipografía, la iconografía y las imágenes son parte del lenguaje visual cohesivo de la marca.
Un gran logo parece haberse hecho sin esfuerzo, pero no hay nada más lejos de la realidad.